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miércoles, 1 de mayo de 2013

Viena, valses y “croissant”



        Valses de Viena (Waltzes from Vienna, 1934) fue realizada en un momento, tal como se sostuvo en los posts anteriores, en que la carrera de Hitchcock se encontraba en baja. Él mismo considera esa película como una de las peores que dirigió. Hoy prácticamente olvidada, ni siquiera consta en algunas listas de su cinematografía.
Trátase de un musical, pero en que la música funciona como un telón de fondo permanente para la narrativa.





        La historia se refiere al compositor Johann Strauss, su novia Rasi y su más conocida composición, el Danubio Azul.




        Strauss está en su juventud, con su padre actuando como regente de la orquesta de Viena, y con el sueño de transformarse en un gran nombre de la música.





A Rasi, su novia, esto no le importa. Lo que ella quiere es vivir al lado de su amor y, para ello, espera que se haga cargo de los negocios de la familia, una respetable confitería y panadería de Viena.




        Y justamente en la panadería vamos a encontrarnos con el humor hitchcockiano: allí Strauss compone su famosa melodía observando el ritmo de los empleados batiendo la masa y armando los panes.






Hitchcock siempre tuvo la preocupación de adecuar las locaciones con el lugar en donde transcurre la historia. Viena es reconocida por su pastelería y por ser la cuna de uno de los panecillos más famosos del mundo, el “croissant”. La leyenda de esa confitura cuenta que alrededor de 1683 el Imperio Otomano, en su intento de aumentar las posesiones en Europa, intentó invadir Viena en la noche mientras todos dormían, pero los panaderos impidieron dado que a esa hora ya se encontraban produciendo los panes que debían vender muy temprano. Para celebrar ese acontecimiento, los panaderos crearon una confitura en forma de media luna, el “croissant”, símbolo presente en la bandera turca. Esto fue llevado cerca de 1770 a Francia por María Antonieta, austríaca de nacimiento.






            Por fin, Strauss consigue todo lo que había soñado.

Valses de Viena puede no ser una gran película del maestro, pero todo eso va a cambiar, ya que marca el final de la fase menor de Hitchcock.


Croissant  (nuestra popular medialuna)




Ingredientes

4g de levadura seca
45ml de água tibia
1 colher (chá) de açúcar
2 tazas de harina de trigo
2 cucharas (te) de azucar
1 cuchara (te) de sal
½ taza de leche
115g de manteca sin sal, fría
1 huevo para pintar


Preparación

Mezcle el agua tibia, el azúcar y la levadura en una vasija pequeña y deje descansar unos 5 minutos hasta que quede espumosa. Reserve.
Entibie la leche y disuelva en ella la sal y el resto del azúcar.

En un bol coloque 1 taza de harina y agregue la mezcla de la levadura y la leche reservados. Mezcle hasta integrar bien. Agregue más harina de a poco hasta que quede bien espesa.

Espolvoree harina en la mesa y despeje la masa. Trabaje la masa, estirando hasta que no se pegue más en las manos. El resultado debe ser una masa firme y elástica.

Coloque la masa en un bol untado con un poco de aceite y gírela en su alrededor para que se unte bien. Cubra con un plástico y deje en temperatura ambiente hasta triplicar su volumen.

Espolvoree la mesa con harina y coloque la masa descansada. Ábrala con un rodillo, formando un rectángulo de unos 20 x 30 cm.
Vuelque la manteca fría ocupando unos 2/3 de la masa abierta. Doble la masa cubriendo la manteca y lleve a la heladera por 20 minutos.

Abra la masa con el rodillo y dóblela en cuatro nuevamente. Lleve a la heladera por 20 minutos. Repita la operación otras dos veces.

Abra la masa en un espesor de 0,5 cm y corte en triángulos. Enrolle como una media luna, coloque en una fuente untada. Cubra con film plástico y deje descansar en temperatura ambiente hasta duplicar su volumen. Pinte con el huevo batido.

Hornee en un horno precalentado (220º C) por unos 20 minutos o hasta dorar.

* Puede usarse batidora apropiada para panes.
















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