“La dama desaparece” (The lady vanishes, 1938) señala la primera vez que
Alfred Hitchcock utiliza prácticamente un único escenario. En ese caso, un
tren. Volverá a acudir a este recurso en otras tres oportunidades que veremos
más adelante.
Este
ambiente claustrofóbico e inconfortable contribuye al suspenso de la trama que
avanza en forma progresiva.
Narra la historia de una linda
turista inglesa, Iris Henderson, quien está regresando a Inglaterra para
casarse con un hombre que no ama. Su viaje es interrumpido por una avalancha
que bloqueó las vías, y la joven, junto a otros turistas, son obligados a pasar
la noche en una pequeña posada de algún rincón europeo. En ese grupo se
encuentran dos turistas ingleses locos por el criquet, la señorita Froy, anciana
ex gobernanta, y Gilbert, un joven músico que estudia las canciones populares
de la región.
La pequeña posada no estaba preparada para recibir ese número importante
de huéspedes.
Al momento de la cena, y mientras hacen el pedido, los
turistas ingleses se dedican a discutir el punto exacto de la carne sin darse
cuenta que la camarera no solo no entiende inglés, sino que intenta decirles
que la comida se ha terminado. Esto los deja desolados.
Por la mañana, cuando el tren se prepara para partir,
Iris recibe un golpe de una regadera en su cabeza. Atontada, recibe la ayuda de
la señorita Froy para subirse al tren, donde se desmaya.
Al volver en sí, agradecida, Iris la invita a tomar el
té en el vagón restorán.
Al regresar a sus asientos, Iris vuelve a dormirse y
al despertarse nota la ausencia de Froy.
Al preguntar por ella a los demás pasajeros, todos
afirman que no saben nada, que no habían visto ninguna anciana en el tren.
Iris la busca por todo el tren, encontrándose con Gilbert que trata de
ayudarla.
En la búsqueda, conocen al Dr. Hartz, un cirujano que
acompaña a una paciente en viaje. Él sugiere que la joven debe estar sufriendo
de alucinaciones debido al golpe en la cabeza. Pronto sabremos que no se trata
de esto puesto que aparece otra mujer con las ropas de la señorita Froy. Iris
desconfía entonces de la paciente del Dr. Hartz y termina cayendo en las manos
de los conspiradores.
La historia hasta que parece común,
y eso se debe a que ya fue filmada varias veces, y según el mismo Hitchcock,
está basada en una leyenda parisina de 1880: una señora y su hija llegan a
Paris, se hospedan en un hotel y la madre se enferma en la habitación. Llega el
médico, examina a la mujer, luego conversa con el dueño del hotel y manda a la
hija a buscar medicinas al otro lado de la ciudad. Cuando regresa cuatro horas
después y pregunta por su madre el dueño del hotel le indaga “cual madre?”,
“quien es usted?”. La lleva al cuarto y allí observa que los muebles no están
en el mismo lugar y hasta el empapelado es distinto. La justificación para esa
historia es que había una gran exposición en Paris, ellas llegaban desde la
India y el médico se dio cuenta de que la madre sufría de peste, entonces pensó
que si la noticia trascendiera cundiría el pánico y los turistas se marcharían.
Con La dama desaparece, Hitchcock logró su primer premio internacional
como mejor director por los críticos de Nueva York. Ese mismo año recibió la
invitación para filmar en Hollywood, llegando así a los Estados Unidos.
Lomo con salsa de yogurt, albahaca y
mostaza
Steak with yogurt, basil and mustard sauce.
Ingredientes
2 medallones de lomo (u otra carne de su preferencia)
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra
200g de tomates cherry
4 dientes de ajo picados
6 cucharas (sopa) de yogurt natural integral
2 cucharas (sopa) de mostaza dijon
1 cuchara (té) de mostaza en granos
1
cuchara (sopa) de albahaca picada
Preparación
Mezcle el yogurt con las mostazas y la albahaca. Reserve
aparte.
En una sartén, caliente un poco de aceite, ponga a
freír el ajo y rehogue rápidamente los tomates. Reserve.
En una plancha ponga a grillar los medallones de lomo
salpimentados. Cuando alcance el punto deseado sirva con la salsa y los
tomates.