Ocho a la
deriva (Lifeboat, 1944), diferente de los demás
trabajos de Hitchcock, es una película de guerra, realizada a partir de una
novela escrita por John Steinbeck.
Marca el inicio de lo
que sería una seria de experimentos que el director haría en su cinematografía.
Se trata de su primer “limited-setting”, esto es, la utilización de un único
escenario, en extremo innovador para la época.
Cuenta la historia de
un barco inglés bombardeado por un submarino alemán durante la Segunda Guerra
Mundial. Ocho civiles, ingleses y americanos, logran salvar su vida dentro de
un bote.
El capitán de la embarcación
nazi, Willi (Walter Slezak), que también se hundió, es llevado a bordo, aunque
niega ser un oficial enemigo. De entrada se conforma la trama que alimentará
todo el film.
Hitchcock hace del bote un microcosmos,
donde los habitantes intentan organizarse para convivir y sobrevivir. Hasta
llegan a cuestionar la permanencia del capitán alemán en el barco. Pasan del
optimismo a la desesperación, frustración, decepción, deshidratación y hambre.
Y
justamente es aquí donde ingresa el alimento en la película: a través de su
falta.
En
la primera escena Hitchcock nos muestra, junto a los destrozos del navío, una
caja de manzanas flotando en el mar, dando una clara señal que la comida se
perdió. En medio de la desesperación por el hambre, los habitantes del bote
comienzan a recordar sus restaurantes y platos favoritos. Describen menúes
enteros. Una vez más, el director utiliza la comida como un alivio cómico
cuando uno de los personajes recuerda “frutos del mar cocinados al vapor”. Y
como no podía ser de otra forma, se trata de humor negro.
Pese a que no se trata de un
suspenso, Ocho ala deriva es un
auténtico Hitchcock en lo que respecta a la técnica: excelente uso de la
cámara, la filmación de un enorme tanque de agua mezclado con un fondo falso,
principalmente en la escena del temporal y la luz bellísima que marca el pasaje
del tiempo.
Pese a ser criticado por tratarse de un film
propagandístico, recibió tres nominaciones para el Oscar: mejor director, mejor
guión original y mejor fotografía en blanco y negro.
Frutos del mar al vapor con manteca y tomillo
Ingredientes
200g
de camarones limpios
200g
de anillos de calamar
200g
de mejillones
50g de manteca
tomillo fresco
água
100ml de vino blanco
ajo
sal
una
hoja de laurel
pimienta
Preparación
En
una olla vaporera colocar el agua aromatizándola con el vino blanco, ajo y
laurel.
Coloque
los frutos del mar en la canasta de cocción, tape la olla y deje cocinar al
vapor por unos 10 minutos, cuidando de no pasar del punto justo.
Mientras
tanto, en otra olla derrita la manteca y agregue el tomillo fresco.
Luego
de la cocción, sirva los frutos del mar regados por la manteca.