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lunes, 11 de marzo de 2013

Crimen, culpa, chantaje y confesión



Chantaje o La muchacha de Londres

El año 1929 marca el fin de la fase muda de Alfred Hitchcock.
“Chantaje”, o “La muchacha de Londres” (Backmail en su versión en inglés) representa la transición entre el cine mudo y el hablado. No solo es su primer película sonora, sino también la primera inglesa en utilizar ese recurso.
          
          Lo curioso es que, como había una resistencia por parte de los productores en cuanto a la sonorización del film, Hitchcock utilizó la técnica parlante pero sin el sonido, así que cuando al fin decidieron solo hizo falta algunos ajustes técnicos, como por ejemplo, el doblaje de la actriz principal quien poseía un marcado acento alemán. Así la película fue lanzada en sus dos versiones.
    
          Tiene el mérito, además, de ser el regreso casi definitivo del director al suspenso. Está cubierto de temas hitchcoknianos: rubia protagonista, chantaje, secreto, enfrentamiento, locación icónica, discusión sobre crímenes en la cena, utilización del elemento doméstico como arma, hombre o mujer en fuga, novio policía.



        La película cuenta la historia de la joven Alice White y su novio Frank Webber, un detective de la Scotland Yard. Luego de una pelea ella decide aceptar la invitación de un pintor para conocer su estudio.




El joven artista, quien en un primer momento parece simpático, luego intenta abusar de Alice.       





        Ella, para defenderse, lo termina matando con un cuchillo de cocina que estaba a su alcance, sobre una mesa junto al pan. Pese a que ella trata de ocultar todos los indicios de su presencia allí, olvida un guante.

        La policía es convocada y Frank es el encargado de investigar el caso. Cuando llega al lugar del crimen encuentra el guante perdido de su novia.





        Frank intenta cubrirla pero alguien que la había visto ingresar al estudio del pintor comienza a chantajearla y seguirla. La persecución se lleva a cabo en el Museo Británico. 





        Tan grande es la culpa de Alice que pasa a ver la imagen del cuchillo en todos lados y a oír esa palabra en boca de otras personas. Por ejemplo, cuando durante el desayuno su padre le pide que le pase el cuchillo del pan, entra en pánico. Se trata del arma y del alimento juntos, y Hitchcock, como buen católico, refuerza la culpa, el pecado de Alice utilizando el pan, alimento de la representación del cuerpo sagrado.

       Pese a la importante utilización del sonido en la película, Hitchcock continuará a ser enormemente visual a lo largo de su obra cinematográfica. Según decía “el diálogo debiera ser apenas un sonido entre otros, apenas algo que sale de las bocas cuyos ojos cuentan la historia en términos visuales”.



Pan blanco – Traditional white bread



Ingredientes



7 tazas de te de harina de trigo
1 sobre de levadura seca
4 cucharas de sopa de azúcar
1/2 taza de aceite
1 cuchara de postre de sal
400ml de água tibia


Preparación
En un bol grande disolver la levadura y el azúcar en agua caliente. Añadir la mitad de la harina. Añadir los líquidos: agua y aceite y por último la sal. Mezclar todo bien y batir la masa, añadiendo la harina poco a poco. Amasar bien hasta que la masa esté suave y se despegue de las manos (8-10 minutos). Regrese la masa a un recipiente untado, cubra y deje reposar durante 25 minutos. Divida la masa en dos, luego la abre con un rodillo y modele los panes. Coloque en un molde engrasado. Deje elevar hasta que doble su tamaño, (coloque los moldes en un lugar donde no haya corrientes de aire y estén cubiertos) unos 40 minutos. Hornear en horno precalentado a 200 º C hasta que los panes se doren.






     








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