El segundo film de Alfred Hitchcock, The
mountain eagle, de 1926, se ha perdido, contándose hoy
solamente con algunas escenas.
El
inquilino (The Lodger) fue su tercera película. En
algunos lugares se tradujo como “El inquilino siniestro”,
o “El enemigo de las rubias”. También realizada en
1926, puede ser considerada un esbozo de lo que se tornaría la marca del maestro.
Además de ser la primera de importancia, fue también el primer suspenso, y
presenta un tema que sería común de casi toda su filmografía: un hombre acusado
de un crimen que no ha cometido. Es considerada la primer “Hitchcock picture”
de verdad.
La
película, que llevaba como subtítulo “A story of the London fog”,
estaba basada en un libro del mismo nombre que, por su parte, estaba inspirado
en el clásico de Jack, el destripador.
Cuenta
la historia de un asesino serial, en Londres, cuyas víctimas son mujeres
rubias. En medio de los asesinatos, llega al hotel del matrimonio Bounting un
nuevo huésped, Jonathan Drew. Inquilino solitario y extraño, tiene el hábito de
salir en las noches de niebla y guarda consigo un retrato de una muchacha
rubia. Daisy, la hija de los Bounting, modelo y además rubia, quien se
encuentra de novia con el detective Joe Chandler, siéntese atraída por
Jonathan.
Chandler llega al hotel en
uma rutinaria visita familiar en momentos en que la señora Bounting está en la
cocina amasando. Cuando se encuentra a solas con Daisy
aprovecha para hacerle una propuesta de matrimonio utilizando un molde de
galletas en forma de corazón: corta un corazón, se lo muestra, y luego corta
otro colocándolo superpuesto al primero, formando así una imagen gráfica de la
unión. Daisy separa los corazones y le devuelve uno a Chandler que,
decepcionado, lo parte. Frente a eso, y molesto con la presencia del inquilino,
el detective lo detiene acusándolo de ser el asesino serial.
Hitch utiliza aquí el alimento no solo para
representar gráficamente el amor y su fragilidad, pero también para mostrar que
Joe Chandler es familiar a los Bounting (frecuenta su casa, su cocina) creando
así un contrapunto con el que realmente es el extraño: el inquilino.
Es la primera vez,
también, que Hitchcock presenta sus ideas de un modo puramente visual. Y ello
desde el mismo inicio: la primera escena es un close de una mujer gritando,
que aunque silencioso (el cine aún era mudo), hace con que parezca que estamos
oyendo el sonido. En los momentos siguientes utiliza imágenes gráficas como la
cartelera de un espectáculo de revista, personas afligidas, un billete con
mensaje del asesino, policías, periodistas al teléfono, la noticia siendo
redactada en una máquina de escribir y su tránsito hasta llegar al periódico
impreso. El actor principal de la trama recién aparece a los quince minutos del
film. Este recurso de la menor utilización de diálogos posible, o en caso del
cine mudo, de carteles, acompañará a Hitchcock durante toda su obra y se
transformará también en su marca personal: la economía narrativa.
Galletitas de
gengibre - English
Gingerbread
Ingredientes
350 g de harina de trigo
1 cuchara (té) de
bicarbonato
2 cucharas (té) gengibre en polvo
100 g de manteca en cubos
175 g
de azúcar blanca o negra
4 cucharas (sopa) de miel
1 huevo batido
Preparación
Mezcle todos los ingredientes hasta formar
una masa homogénea. Abra la masa, corte con moldes variados, coloque en una
asadera previamente enmantecada y enharinada y lleve al horno (190°) por,
aproximadamente, 15 minutos o hasta dorar. Deje enfriar un poco, transfiera
cuidadosamente para una rejilla y deje enfriar por completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario