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lunes, 13 de enero de 2014

Psicosis y un ingenuo sándwich de pasta de maní



          Psicosis (Psycho, 1960) se trata, sin ninguna duda, de la película más famosa de Alfred Hitchcock. El guión se basó en el libro del mismo nombre escrito por Robert Bloch en 1959 y que, por su parte, se inspiró en una historia verídica de Ed Gein, homicida del estado de Wisconsin, cuyos crímenes ganaron notoriedad luego de que descubrieran que exhumaba los cadáveres de cementerios locales para hacer trofeos y recuerdos, sumándole el hecho de que guardaba en su casa el cadáver de su propia madre.

            Hitchcock, luego de leerlo, compró los derechos para producirla y al mismo tiempo agotó el stock de 3 mil ejemplares disponibles en las librerías para que nadie supiera el final.





              Marion Grane (Janet Leigh) y Sam Loomis (John Gavin) son amantes. Ellos se encuentran en el horario del almuerzo en un hotel de Phoenix, Arizona.
Si prestamos atención al traje de Marion podremos observar que es bastante osado para la época, lo que indica que la censura ya comenzaba a ceder. Era el fin del código Hays.
            
               Pese al romance, no podían quedar juntos, dado que Sam es casado, no tiene dinero y se encuentra lleno de deudas.





              Sin siquiera tocar el sándwich que habían pedido, Marion regresa a su trabajo como secretaria en una inmobiliaria.
           
            En la oficina, le encargan de realizar un depósito de U$S 40.000 producto de una venta, en la cuenta de la empresa. Pero en vez de llevar el dinero al banco, Marion huye con él.






            En la ruta, yendo tras de Sam, se detiene cansada para dormir en el auto. Por la mañana es despertada por un policía.




           Creyendo que fue descubierta por el hurto cambia de auto.






           Sigue viaje y luego de un tiempo, cansada y bajo la lluvia termina perdiéndose y decide parar en un motel de la ruta: el Bates Motel.





El lugar se encuentra vacío y parece en decadencia debido a un desvío en la ruta principal que lo dejó medio escondido.

          Marion es atendida por el joven, simpático y extraño dueño, Norman Bates (Anthony Perkins) que la invita a cenar en su casa.





           Pero Marion, desde la ventana de su cuarto, observa la casa de los Bates y oye la conversación de Norman con su madre, quien desaprueba la presencia de la joven en su casa.  




Bates regresa explicando que su madre está indispuesta y, por ello trajo algo para que comieran juntos: un sándwich y leche. Comida en extremo simple, sencilla, casi infantil e ingenua. Podría ser un sándwich de crema de maní con mermelada. Aparentemente significando algo que sería exactamente lo opuesto en poco tiempo. Hitchcock preparaba una sorpresa.





Ellos cenan en una sala que parece ser el estudio personal de Bates, en el que expone el resultado de su hobby: aves embalsamadas. Bates es un taxidermista aficionado. Pide disculpas por el comportamiento de su madre, explicando que ella tiene problemas mentales.





Marion se retira a su cuarto. Bates se queda en el estudio, y después de retirar un cuadro sobre la pared comienza a mirar por un agujero a la habitación de su huésped. La observa cambiándose de ropa y luego también se retira.

Ella se prepara para un baño. Y tenemos aquí una de las escenas más famosas de la historia del cine. De las más asustadoras. Muchas veces copiada, plagiada y homenajeada. La escena icónica de la ducha en la bañadera. Mientras ella se baña resulta atacada por un cuchillo y una sombra de una mujer.













          La escena le tomó a Hitchcock siete días para filmarla. Fueron setenta posiciones de cámara para cuarenta y cinco segundos de duración. En ningún momento el cuchillo toca el cuerpo. No se puede ver ninguna parte del cuerpo desnudo, que era aún un tabú. La sangre solo aparece al final de la escena, escurriéndose por la rejilla. El mérito de la escena está en el montaje, sobre cual el director era un maestro. Todo ello acompañado del agudo sonido de violines.    

            Otra osadía de Hitchcock, la protagonista muere antes de la mitad de la película.




Bates ve el cuerpo de la joven, la coloca en el baúl del auto de ella y lo hunde en un pantano cercano.






En Phoenix, la hermana de Marion, Lila Grane (Vera Miles) y Sam están preocupados con su desaparición. Junto al detective Arbogast (Martin Balsam) van tras la joven.

El detective llega al Motel Bates. Norman es evasivo en las respuestas. Arbogast desconfía. Al ingresar a la casa y subir las escaleras para ir al encuentro de la mujer es sorprendido por ella, que lo asesina.







Lila y Sam, sin noticias del detective, acuden al sheriff local. Éste se sorprende al saber que Arbogast trataba de hablar con la señora Bates, ya que ella había fallecido hacía varios años. Lila y Sam salen para el Motel Bates tratando de descubrir qué estaba ocurriendo. Descubierto, Bates pierde la peluca que usaba cuando personificaba a su propia madre.

Para Hitchcock, la producción de esta película fue la experiencia más apasionante del juego con el público. En primer lugar porque el espectador no logra identificarse con ningún personaje, ni siquiera con la joven que se trata de una ladrona y termina muerta a mitad del film. El villano resulta por momentos simpático. Otra novedad es la aparición de la palabra “travesti” en el cine.

Así es, no todo es lo que parece. Lo que Truffaut denominó de escala de lo anormal: primero la escena del adulterio, luego el robo, después un crimen, otro más y, finalmente, la psicopatía. Para Hitchcock lo que valía no era la historia ni los personajes, sino cómo era contada. Lo que emocionó al público fue la película pura.

Técnicamente, Psicosis difiere un poco de los otros trabajos de Hitchcock, por parecer una producción sencilla ya que fue filmada en blanco y negro (él decía que era para no impactar tanto) utilizando su equipo de los programas de televisión y los actores no era grandes estrellas. Todo eso, se supo luego, fue para reducir los costos ya que al estudio para el que trabajaba esta historia no gustaba y puso muchas limitaciones, tanto técnicas como financieras.

Pero el director sabía hacer las cosas. Psicosis costó apenas U$S 800.000 y facturó U$S 40 millones. Fue nominado al Oscar por mejor dirección, mejor actriz de reparto, mejor fotografía y mejor dirección de arte. Ganó el Globo de Oro en la categoría de mejor actriz de reparto y también el premio Edgar (Edgar Allan Poe Awards, EUA) como mejor película.

Fue elegido, además, como el 11º mejor film de todos los tiempos y el mejor del género de horror por la revista Entertainment Weekly.

Y también fue elegida como la 18º mejor película de todos los tiempos por la AFI (American Film Institute).


Sándwich de pasta de maní con jalea. Peanut butter and Jelly sandwich




Ingredientes                                                                                                                           

Pan lactal
Pasta de maní
Jalea de frambuesa


Preparación

Se trata de un sándwich, así que las fetas de pan van por fuera y el relleno por dentro. Igualmente, toda creatividad es bienvenida.









     









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