Quien
mató a Harry? (The trouble with Harry, 1955) se trata de un film totalmente distinto de aquellos a los que estamos
acostumbrados a reconocer como un auténtico Hitchcock. Es una comedia, pero a
diferencia de las que ya había rodado, como Champagne y Matrimonio
original, esta es de humor negro, con algunos ingredientes del Maestro,
tales como muerte, cadáver, culpa y demás. En verdad es como si él quisiera
reunir todos los recursos cómicos de su cinematografía en una única película.
La historia está
basada en una novela denominada The trouble with Harry, escrita por Jack
Trevor Story.
Todo
transcurre en una pequeña y tranquila aldea americana de Vermont, vecina a
Canadá. El capitán Albert Wiles (Edmund Gwenn) está cazando y realiza tres
disparos: el primero alcanza una lata, el segundo una placa, y el tercero a un
hombre. Creyendo ser el responsable de un asesinato, intenta enterrar el
cuerpo.
En ese momento llega la señorita Ivy
Gravely (Mildred Natwich), una solterona
reprimida que al apreciar la escena pregunta: “Cual es el problema, capitán?”.
Esta sola frase alcanza para entender el sentido absurdo de la trama.
El capitán Wiles intenta ocultar el
cuerpo, pero al oír alguien que se aproxima, se esconde. Trátase de la señora
Jennifer Rogers (Shirley MacLaine en su primer trabajo en cine), ex-esposa de
Harry, el muerto que figura en el título, junto a su pequeño hijo Arnie (Jerry
Mathers). Ella cree haber sido la responsable por su muerte dado que minutos
antes lo había golpeado en la cabeza con una botella de leche. También la
señorita Gravely entiende que pudo ser responsable por esa muerte.
El cuerpo es tironeado de un lado a otro hasta que perder los
zapatos, apareciendo un primer plano de medias que no se muy convencional para
un cadáver.
Como si fuera poco también tenemos a un pintor, Sam Marlowe
(John Forsythe – luego famoso en los setenta por ser la voz de Charlie, en Los Ángeles de Charlie, y también en los
ochenta como el patriarca de Dinastía),
quien está en el lugar retratando el cuerpo como si formara parte de la
“naturaleza”.
De ese atípico grupo saldrá la veta romántica de la película:
Marlowe y Jennifer. Por su parte, la señora Gravely también se interesa por el
capitán y lo invita a tomar el té.
Durante el te, la señora Gravely, para demostrar sus dotes
culinarias, sirve muffins de
arándanos que había terminado de cocinar con frutas cosechadas de su propio
jardín. Nada como algo dulce para reunir a las personas.
Aún
creyendo “normal” la presencia del cadáver, nadie quiere que ese dato llegue a
las autoridades, y el cuarteto va a enterrarlo y desenterrarlo varias veces;
hasta irá a parar a una bañadera. Todo hasta que descubren que Harry murió por
causas naturales.
Pese
al tema macabro, Quien mató a Harry? es una película muy divertida en que
Hitchcock quiso trabajar el contraste, salir de la tradición y luchar contra
los estereotipos. Desde la noche negra hacia la luz del día en un paisaje
bucólico de tonos amarillos, ocres y azules. Según el director, nada lo
divertía más que el humor de los eufemismos.
Muffins de arándanos
Ingredientes
2 tazas de harina de
trigo
½ taza de azúcar
1 cuchara (sopa) de levadura
en polvo
½ cuchara de
bicarbonato de sodio
½ cuchara (té) de sal
2 huevos
1 taza de leche entera
1 cuchara (sopa) de jugo
de limón
4 cucharas de sopa de
manteca sin sal derretida
1
taza de arándanos frescos
Preparación
Precaliente el horno a 200ºC. Mezcle la leche con una
cucharada de sopa de limón y deje descansar por 10 minutos. En un bol mezcle la
harina, el azúcar, la levadura en polvo, el bicarbonato de sodio y la sal.
En otro recipiente mezcle los huevos batidos, la lecha con el
jugo de limón y la manteca derretida.
Reúna las dos mezclas hasta formar una masa homogénea.
Agregue los arándanos levemente enharinados a la masa.
Coloque la misma en moldes de muffins, casi hasta el borde.
Hornee por espacio de 20 minutos, o hasta que la masa esté
levemente dorada.
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