Luego de los fracasos que
derivaron en el cierre de su productora, la Transatlantic Films, Hitchcock
vuelve a trabajar con los estudios, haciendo Pacto Siniestro (“Strangers on
a train”, 1951) y reafirmándose como Maestro del Suspenso en una película
con varios de sus temas favoritos: chantaje, secreto, asesinato, acusación
falsa, hombre en fuga, autoridad ineficaz, tren, madre manipuladora y,
obviamente, discusión sobre el asesinato a lo largo de una comida.
Trata la historia de dos hombres, Guy Haines (Farley Granger,
el de Festín Diabólico) y Bruno
Anthony (Robert Walker), quienes se encuentran de casualidad en un tren. Ese
encuentro, de la mano de Hitchcock, se produce de manera brillante: filma
solamente los pies de los muchachos, desde la estación hasta el momento en que
se chocan.
Guy es un
famoso jugador de tenis, casado con Miriam (Laura Elliott), de la que se quiere
divorciar para casarse con la elegante hija de un senador Anne Morton (Ruth
Roman).
Bruno
reconoce a Guy de las revistas de chimentos. Los sujetos conversan y enseguida
pasan a discutir sobre problemas conyugales. Deciden almorzar juntos y Bruno
expone su idea acerca del asesinato perfecto y propone un doble homicidio: él
mataría a la esposa de Guy, y éste a su padre. La perfección residiría en que
ninguno de los asesinos tendría un motivo aparente para matar a su víctima.
El
menu? Guy come uma hamburguesa y Bruno, costillitas. Tenemos aquí otro chiste hitchckoniano: las costillas son el símbolo de
la creación de la mujer siendo degustada mientras se habla de su propia muerte.
Guy no le presta mucha atención al plan,
pero Bruno resuelve tomarlo en serio y ponerlo en práctica.
Pese a tratarse de un psicópata, Bruno es
extremadamente carismático, actúa de forma normal, lo que solo aumenta la
angustia del espectador.
Bruno se acerca a Miriam en un parque de
diversiones. Va tras ella en un paseo en barco por el túnel del amor, que lleva
a las parejas hasta un lugar apartado. La estrangula en una escena que podemos
ver a través del reflejo en los lentes de la joven que se caen al suelo.
Luego de concluir su parte del plan, Bruno persigue a Guy
para reclamarle que cumpla con su parte. Hitchcock pone a ambos charlando en un
portón que da la sensación de que están tras las rejas, anticipando lo que
podría suceder.
Guy tiene que probar su inocencia y la locura de Bruno
mientras disputa los partidos finales de un torneo de tenis.
Finalmente, ellos se encuentran para un ajuste de cuentas en
el parque se diversiones y se traban en lucha en la calesita, haciendo con que
la misma gire descontroladamente causando pánico en el público. Es el
contrapunto de una escena tensa, angustiante y pesada dentro de un escenario
dulce e infantil, como le gustaba al director.
La película
fue un gran éxito y representó la postulación al Oscar de mejor fotografía en
blanco y negro.
Costillitas con salsa barbacoa
Ingredientes
2 kg costillitas de cerdo
sal
aceite de oliva
romero
tomillo
Salsa:
1
cuchara (sopa) de aceite
2
cucharas (sopa) cebolla picada
1/2
taza (té) azúcar morena
1/2
taza (té) vinagre blanco
2
cucharas (sopa) salsa inglesa
2
tazas (té) ketchup
1
hoja de laurel
1/2
taza (té) agua
Sal
y pimienta negra a gusto
Preparación
Salar
la carne y hervirla por 10 minutos en una olla con bastante agua. Escurrir el
agua, acomodar las costillitas en una asadera, condimentarla con aceite, romero
y tomillo picado. Dejar marinando por 12 horas. Luego cubra con papel aluminio
y lleve al horno a fuego bajo (180º) por 40 minutos.
Mientras
tanto prepare la salsa: en una sartén con aceite, rehogue la cebolla, agregue
el azúcar negra y el vinagre. Luego de disuelto, incorpore la salsa inglesa, el
Ketchup, el laurel y el agua, cocinando por 30 minutos en fuego bajo, o hasta
que la salsa tome consistencia. Condimente con sal y pimienta, cuele y reserve.
Luego
de 40 minutos retire las costillitas del horno y píntelas con la salsa.
Aumente
la temperatura del horno, cocine por otros 10 minutos. Reitere la operación,
cocinando por otros 5 minutos o hasta que estén blandas.
Sirva
con el resto de la salsa.
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