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miércoles, 3 de julio de 2013

La posada será maldita, pero el postre no



        Pese a haber aceptado la invitación para filmar en los Estados Unidos, Alfred Hitchcock realizó, a cuenta de compromisos contractuales, otra película en Inglaterra: “La Posada Maldita” (Jamaica Inn, 1939).
            
      En su último film inglés, el director adaptó la novela de Daphne du Marier del mismo nombre.






        Sin embargo, el nombre no debe engañar, ya que no tiene nada de terror. Cuenta la historia de Mary, una irlandesa que, luego de la muerte de su madre, parte detrás de su única pariente: la tía que vive en la costa de Cornualles.





        El día de su llegada, descubre que su tío, Joss, es un pirata que provoca naufragios para robar la mercadería de los barcos que pasan por allí.



Una noche, Mary, con un cuchillo, salva la vida de James Traheme, quien había sido atado por sus propios compañeros que no sabían que se trataba de un policía infiltrado.




   
        Juntos, ellos huyen y van a pedir ayuda a Sir Humphrey Pengallon, juez de la región, sin saber que él era el jefe de la banda.  





        Sir Pengallon es un aristócrata quebrado que no acepta su precaria situación y depende de los golpes de la banda de Joss para mantener su alto nivel de vida. Pese al lujo que lo rodea, el juez es un hombre bruto y sin ningún refinamiento en la mesa. En una de sus acostumbradas cenas, para ofender a alguien, afirma que se parece a un “berries pudding”.    




La Posada Maldita fue una película que no agradó a Hitchcock pese al éxito de público. Llegó a decir que no había dirigido el film, que apenas lo coordinó. Tal vez eso de deba al hecho de que ya tenía la mente en Hollywood y su nuevo productor: el gran David O. Selzick.
                   
Pudin de frutos rojos - Berries Pudding




Ingredientes                                                                                                                           

2 cucharas (sopa) de agua
150g de azúcar
450g de frutos rojos (frutillas, frambuesas, moras, arándanos)
150g de pan lactal sin cáscara

Preparación

Hierva el agua con el azúcar. Agregue los frutos rojos (separe algunos para decorar) y cocine delicadamente hasta que queden blandos pero manteniendo sus formas. Escurra y reserve, guardando el agua de la cocción.
Forre con film plástico una budinera.
Empape las fetas de pan lactal en el agua de la cocción y cubra totalmente el fondo y los laterales de la budinera sin que queden blancos. Coloque los frutos cocidos dentro y tape con más fetas de pan húmedo. Lleve a la heladera con algo encima que haga peso. Deje de un día para el otro. Desmolde y sirva con chantilly o crema y decore con frutas.


















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