“Ricos y
extraños” (Rich
and Stranger, 1931), no es un suspenso, ni es una comedia. Trátase
de un drama con pocos elementos que lo caracterizan como tal.
Es la historia de Fred Hill, un típico trabajador de clase
media inglesa, casado con Emily, una tradicional esposa que cose sus propias
ropas y espera al marido para cenar con un también tradicional pastel de carne
y riñones que ella misma preparó.
Fred, cansado de su
simple vida, llega un día llega a casa y recibe un telegrama de un tío que
decidió anticipar una herencia para que él pueda divertirse en el presente. Y
así la pareja parte, en un crucero, a dar la vuelta al mundo.
En
el barco, Fred no se siente bien y pasa en cama. Emily, sola en cubierta, pasa
a ser cortejada por Gordon, el comandante.
Una vez restablecido, Fred pasa a circular solo por el
barco, y así conoce a una princesa.
En
ese escenario, Fred y Emily se van separando uno del otro, y disponiendo de su
tiempo a bordo con sus respectivos amantes.
Cuando
el barco hace una parada en Singapur, Gordon le cuenta a Emily que la princesa
resulta una farsa y que únicamente está interesada en el dinero de Fred. Emily
corre a darle la noticia a su esposo que en principio no le cree, pero
finalmente termina descubriendo que ella le había robado.
Ambos
se encuentran entonces solamente con el dinero suficiente para pagar la cuenta
del hotel y comprar los pasajes de regreso a Inglaterra en un barco
“económico”.
Luego de un accidente en la niebla el barco termina abandonado, y únicamente
Fred y Emily, que se habían quedado encerrados en el camarote, logran huir.
Solos junto a un gato, son
rescatados por un junco, una embarcación china que les da abrigo y comida.
Al momento de la comida, ambos,
que están hambrientos, dejan de
lado el hachís y pasan a comer con las manos, comentando que aquella resultó la
mejor comida que tuvieron en la vida, mejor aún que la de cualquier restaurante
de París. En ese momento observan a los chinos colocando el cuero del gato para
secar.
Finalmente regresan a Londres,
a la vida que siempre tuvieron, al calor del hogar, donde la señora que quedó
al cuidado de la casa los recibe con un reconfortante pastel de carne. Y todo
vuelve a ser “aparentemente” como era antes.
Pastel
de carne - “Meat pie”
Ingredientes
Masa:
1 ½ de
harina de trigo
100g de manteca fría cortada en cubos
1 cuchara (té) de sal
¼ vaso de água fría
Relleno:
1 cebolla picada
aceite de oliva
500g de carne picada
1 cubo de caldo de carne
1 lata de cerveza negra
1 zanahoria picada
Preparación
Masa:
Mezcle
con las puntas de los dedos la harina, manteca y sal. Agregue agua y amase
suavemente. Forme una pelota, envuelva en film y reserve en la heladera.
Relleno:
Saltee
la cebolla en el aceite. Agregue la carne y continúe hasta dorar. Agregue la
zanahoria, el caldo de carne y un poco de cerveza. Cocine en fuego medio y vaya
agregando más cerveza, si necesario, hasta que la carne se vuelva blanda.
Mezcle una cuchara de sopa de harina de trigo en una taza de agua fría y
coloque un poco en la carne para espesar la salsa. Deje enfriar.
Separe
2/3 de la masa, abra y forre el fondo y laterales de un molde refractario
untado. Rellene y cubra con el resto de la masa. Pinte con una yema batida y
lleve al horno precalentado por unos 20 minutos o hasta que la masa esté
dorada. Sirva caliente.
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