Seguidores

miércoles, 17 de abril de 2013

Ricos y extraños y pastel de carne

    


        “Ricos y extraños” (Rich and Stranger, 1931),  no es un suspenso, ni es una comedia. Trátase de un drama con pocos elementos que lo caracterizan como tal.




        Es la historia de Fred Hill, un típico trabajador de clase media inglesa, casado con Emily, una tradicional esposa que cose sus propias ropas y espera al marido para cenar con un también tradicional pastel de carne y riñones que ella misma preparó.






        Fred, cansado de su simple vida, llega un día llega a casa y recibe un telegrama de un tío que decidió anticipar una herencia para que él pueda divertirse en el presente. Y así la pareja parte, en un crucero, a dar la vuelta al mundo.









En el barco, Fred no se siente bien y pasa en cama. Emily, sola en cubierta, pasa a ser cortejada por Gordon, el comandante.




        Una vez restablecido, Fred pasa a circular solo por el barco, y así conoce a una princesa.




En ese escenario, Fred y Emily se van separando uno del otro, y disponiendo de su tiempo a bordo con sus respectivos amantes.
Cuando el barco hace una parada en Singapur, Gordon le cuenta a Emily que la princesa resulta una farsa y que únicamente está interesada en el dinero de Fred. Emily corre a darle la noticia a su esposo que en principio no le cree, pero finalmente termina descubriendo que ella le había robado.
Ambos se encuentran entonces solamente con el dinero suficiente para pagar la cuenta del hotel y comprar los pasajes de regreso a Inglaterra en un barco “económico”.





Luego de un accidente en la niebla el barco termina abandonado, y únicamente Fred y Emily, que se habían quedado encerrados en el camarote, logran huir.




        Solos junto a un gato, son rescatados por un junco, una embarcación china que les da abrigo y comida.




        Al momento de la comida, ambos,  que están hambrientos, dejan de lado el hachís y pasan a comer con las manos, comentando que aquella resultó la mejor comida que tuvieron en la vida, mejor aún que la de cualquier restaurante de París. En ese momento observan a los chinos colocando el cuero del gato para secar.  




      Finalmente regresan a Londres, a la vida que siempre tuvieron, al calor del hogar, donde la señora que quedó al cuidado de la casa los recibe con un reconfortante pastel de carne. Y todo vuelve a ser “aparentemente” como era antes.





Pastel de carne - “Meat pie




Ingredientes

Masa:
1 ½  de harina de trigo
100g de manteca fría cortada en cubos
1 cuchara (té) de sal
¼ vaso de água fría

Relleno:
1 cebolla picada
aceite de oliva
500g de carne picada
1 cubo de caldo de carne
1 lata de cerveza negra
1 zanahoria picada


Preparación
Masa:
Mezcle con las puntas de los dedos la harina, manteca y sal. Agregue agua y amase suavemente. Forme una pelota, envuelva en film y reserve en la heladera.

Relleno:
Saltee la cebolla en el aceite. Agregue la carne y continúe hasta dorar. Agregue la zanahoria, el caldo de carne y un poco de cerveza. Cocine en fuego medio y vaya agregando más cerveza, si necesario, hasta que la carne se vuelva blanda. Mezcle una cuchara de sopa de harina de trigo en una taza de agua fría y coloque un poco en la carne para espesar la salsa. Deje enfriar.

Separe 2/3 de la masa, abra y forre el fondo y laterales de un molde refractario untado. Rellene y cubra con el resto de la masa. Pinte con una yema batida y lleve al horno precalentado por unos 20 minutos o hasta que la masa esté dorada. Sirva caliente.




























No hay comentarios:

Publicar un comentario