La llamada fatal (Dial M for murder, 1954) fue una adaptación bastante fiel
de una obra de teatro escrita por Frederick Knott. Hitchcock la filmó casi que
totalmente en un único escenario, el living de una casa, como si estuvieran en
un palco.
Trata acerca de Tony Wendice (Ray Miland), un ex tenista
profesional que vive en Londres con su esposa Margot (Grace Kelly). Desde el
mismo inicio del film el director nos señala la trama.
En la
primera imagen tenemos al matrimonio a la mesa, en un diario desayuno con
tostadas, miel y huevo pasado por agua. Este es, el huevo, el símbolo de la
vida en una película focalizada en la muerte. Será un truco?
La mujer lee el diario y se sorprende con la noticia
de la llegada de un escritor americano.
Corte para el barco.
Corte
para el escritor desembarcando.
Corte para Margot y Mark Halliday (Robert
Cummings), el escritor, en un beso. Enseguida la infidelidad se exhibe. Esta es
la economía narrativa de Alfred
Hitchcock.
Motivado por el resentimiento, los celos
y la ambición (dado que heredaría toda la fortuna de su esposa), Tony planifica
el asesinato de Margot.
Para llevarlo a cabo contacta a un viejo
camarada de la escuela, Swann (Anthony Dawson), quien se dedica a cometer
delitos menores y lo chantajea para que cometa el crimen perfecto, contándole
acerca de la infidelidad de su esposa.
A continuación pasa a contarle su plan.
Él saldrá hacia el teatro dejándola sola en la casa. Colocará
la llave debajo de la alfombra de la entrada. Luego que Margot se acueste,
Swann tomará la llave, ingresará a la casa y se ocultará detrás de la cortina
de la puerta ventana que da al jardín. A las 23 horas él llamará a casa para
saber si todo está bien; Margot deberá levantarse para atender el teléfono y en
ese momento Swann la estrangulará por las espaldas.
La
cuestión es que el plan no sale como Tony pensó dado que su reloj pulsera se
detiene y se pasa la hora de la llamada.
Asimismo realiza la llamada, pero en el momento Margot se
defiende y termina matando a Swann con una tijera que estaba sobre el
escritorio.
A partir de entonces Tony hace lo imposible para no ser
descubierto y Hitchcock pone en práctica todo aquello que lo transformará en el
Maestro del Suspenso. Además de la cualidad narrativa, una vez más el director
innova con la utilización de la tecnología 3D. Para la época, década de los 50,
la televisión ya era popular en los Estados Unidos, por lo que la industria
cinematográfica debía permanentemente buscar nuevas formas de llevar al público
de regreso a las salas y ofrecer algo que la pantalla chica no podía: así
surgieron las películas en escala épica y la tercera dimensión.
Ese formato era totalmente distinto a como lo conocemos en
la actualidad. Lo que vemos son objetos en un primer plano, como botellas o
veladores, haciendo que la acción y los actores aparezcan en un segundo plano.
Al tiempo en que era complicado proyectar, los lentes provocaban dolor de
cabeza al espectador, por lo que al poco se abandonó la idea. Aún realizado en
3D, La llamada fatal fue lanzada en
dos dimensiones dado que muy pocas salas aceptaron ese nuevo formato.
Para la escena del dedo discando el número 6,
correspondiente a la letra M, como no conseguía con esa tecnología filmar
planos muy cerrados, Hitchcock ordenó hacer réplicas gigantes de un dedo índice
y de un teléfono para lograr el efecto deseado.
La llamada
fatal es uno de los grandes films del director y fue elegida
por el American Film Institute, en
2008, como uno de los 10 mejores clásicos del cine.
Huevo pasado por agua
Ingredientes
Huevo entero
Agua
Vinagre
sal y pimienta a gusto
tostadas
Preparación
Coloque el huevo entero en una olla con agua y un poco de
vinagre.
Lleve al fuego. Cuando rompa el
hervor, contar 2,5 minutos.
Retire de la olla, coloque en un recipiente apropiado, abra
una tapita, salpimiente a gusto y sirva con tostadas.
Genial film de don Alfred, un adelantado a su época.
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